Los inicios (1924-1938)
Ángel López, vencedor del primer
campeonato social

El embrión de lo que después sería el Club Ciclista Iberia lo constituye la Sección Ciclista del Iberia Sport Club, fundada el 24 de marzo de 1924. Por aquel entonces, ya existían en Zaragoza dos clubes ciclistas en Zaragoza, el Pedal Aragonés y el Real Ciclis Club que, sin embargo, dejaron de existir poco después ante el auge que tomó rápidamente el Iberia.
La primera Junta Directiva, fundadora de nuestro club estuvo formada por Francisco Martínez (presidente), Marcos Rubio (secretario) y Manuel Baraza, Enrique Trasobares y José Zaurín (vocales).
A partir esa fecha, la Sección Ciclista del Iberia Sport Club organiza un sinfín de pruebas y excursiones. La primera carrera destacada de la que se tiene constancia es el Campeonato Social del Club (1924), cuya victoria correspondió a Ángel López. En 1926 se crea una importantísima competición para el ciclismo aragonés, el Circuito de la Ribera del Jalón, cuya primera edición se celebró un 13 de junio con victoria del corredor catalán Benito Milián.


Noticia sobre la inauguración
del Velódromo de Torrero
(El Mundo Deportivo, 30
de mayo, 1928, pág.4)

El gran objetivo de esa primera Junta fue la construcción de un velódromo en los terrenos del Iberia Sport Club, unas instalaciones deportivas de gran nivel que incluían la única pisicna que por entonces existía en Zaragoza y el famoso campo de fútbol de Torrero. La tenacidad de la Junta Directiva comandada por Martínez y Rubio propició la creación del Velódromo de Torrero (no confundir con el que actualmente se sitúa junto al Parque de Atracciones), inaugurado por el presidente de la Unión Velocipédica Española (después, Federación Española de Ciclismo), Santiago Jaumandreu el 27 de mayo de 1928.
A partir de entonces, además de las carreras de pista, todas las pruebas de carretera concluirían en el velódromo. Entre 1929 y 1930, la Sección Ciclista del Iberia Sport Club organizó, al menos, 35 carreras entre el velódromo -la auténtica modalidad reina en el ciclismo de la época- y la carretera.

La fusión del Iberia Sport Club y el Zaragoza Club Deportivo
En 1932 se produce un hecho clave en la historia del Club. El 18 de marzo de aquel año, el Iberia Sport Club y el Zaragoza Club Deportivo (sociedades, ambas, centradas en el fútbol) acuerdan su fusión. Ello conlleva la creación del Zaragoza Fútbol Club (más tarde, Real Zaragoza F.C), el club que representa desde entonces a la ciudad y que a partir de aquella fecha pasó a vestir la equipación que conocemos con camiseta blanca y pantalón azúl. La Sección Ciclista del Iberia Sport Club pasó a llamarse entonces Sección Ciclista del Zaragoza Fútbol Club.


Una de las excursiones del club (1935)

La fusión entre los dos clubes de fútbol dio un fuerte impulso al balompié zaragozano, lo que influyó negativamente en la sección ciclista del club, ya que el equipo de fútbol utilizaba la pelousse del velódromo para realizar sus entrenamientos. En 1934, la creación del equipo filial del Zaragoza, el Atlético Zaragoza, acentuó todavía más las dificultades ya que jugaba sus partidos en el Velódromo. Por todo ello, la Asamblea de la Sección Ciclista realizada ese mismo año acordó la separación del club de fútbol y pasar a ser un club independiente respetando la antugüedad de la entidad (24 de marzo de 1924), petición que fue aceptada por la Unión Velocipédica Española presidida entonces por Emilio Guiseris. El nombre de la nueva entidad fue el de Club Ciclista Iberia y su sede social se establece en el Cafe Miami (c/ Coso), que al año siguiente pasaría, primero, al Café Manolo (c/ Pignatelli) y, meses después, al Café Circo (c/ San Miguel).
Las dificultades para la utilización del Velódromo hicieron que la Junta Directiva, presidida por José Zaurín, el Tragakilómetros, acordara por unanimidad centrarse en el excursionismo. La llegada de la Guerra Civil hizo que hasta 1939 se paralizara la organización de pruebas ciclistas, aunque el excursionismo (lo que después pasó a denominarse cicloturismo) fue en aumento y el Club Ciclista Iberia fue el único que mantuvo su actividad deportiva durante el periodo bélico.